Ponentes de primer nivel han debatido sobre la “revolución” de la inteligencia artificial y su potencial para mejorar la investigación en enfermedades raras en la XI Jornada “Investigar es Avanzar” del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), realizada el viernes pasado en el marco del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que se celebra hoy 28 de febrero.
Los participantes en la jornada coincidieron en destacar la utilidad de unificar los datos de salud de los pacientes con enfermedades raras y ponerlos en sus manos para sacar partido de todo el potencial de la aplicación de la inteligencia artificial y conseguir tratamientos más personalizados.
“Estamos viviendo un cambio de paradigma en la inteligencia artificial, que permite trabajar con menos conocimientos y menos datos. Esto es el inicio de la democratización de la inteligencia artificial”, señaló David Carmona, director general de Inteligencia Artificial e Innovación de Microsoft.
“Esta nueva forma de ver la inteligencia artificial –continuó Carmona– puede ayudar a los investigadores, a los médicos y a los pacientes”. La inteligencia artificial está empezando a ser muy útil para extraer y conectar conceptos de miles de artículos científicos. “Es perfecta para enfermedades raras porque ayuda al investigador a optimizar el tiempo que invierte en una enfermedad”, destacó Carmona. Al médico que trata con enfermedades raras también le puede resultar de ayuda a la hora de buscar diagnósticos, “ya que puede darle muchas pautas y guías”.
“En relación a los pacientes, me gusta hablar de medicina personalizada”, apuntó Carmona, quien explicó que la inteligencia artificial ayudará a implantarla. “Tendremos los datos de un solo pacientes y con la colaboración de las máquinas y los médicos conseguiremos el tratamiento más específico para él”, concretó.
Julián Isla, presidente de Fundación 29 y también ingeniero en Microsoft, profundizó en la importancia de que el paciente tenga el control de todos sus datos para avanzar en la investigación y tratamientos. “Tenemos que ayudar a los pacientes a tener sus datos y llevárselos con ellos”, resaltó.
“La inteligencia artificial es una transformación disruptiva que va a permitir empoderar mucho a los pacientes”, confirmó Joaquín Dopazo, director del Área de Bioinformática de la Fundación Progreso y Salud de Andalucía e investigador del CIBERER. “Otro campo muy interesante es el de la utilización de la inteligencia artificial para el reposicionamiento de fármacos”, añadió.
César de la Fuente, jefe del grupo Machine Biology de la Universidad de Pensilvania, incidió en la utilidad de la inteligencia artificial para acelerar la capacidad de descubrir y desarrollar nuevos medicamentos. “Es tremendamente caro desarrollar nuevos medicamentos –subrayó–. Tenemos la gran oportunidad de utilizar la inteligencia artificial para mejorar el proceso”.
En el encuentro, también participó Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, que destacó que la inteligencia artificial es un proceso de transformación importantísimo en nuestro país, en el que va a tener un gran protagonismo la salud digital. “Desde nuestra secretaría de estado, lideramos la creación de un data lake sanitario, un gran espacio donde podamos integrar todos los datos de salud de las distintas comunidades autónomas y juntarlo con otros datos de bases públicas de los que podemos disponer”, desgranó.
Pablo Lapunzina, director científico del CIBERER, también destacó la importancia de este data lake sanitario que permitiría incluir en una sola herramienta toda la información. “Desde el CIBERER y el Instituto de Salud Carlos III, queremos ayudar con el proyecto IMPaCT a articular la información genómica en el sistema sanitario”, añadió.