Un estudio, publicado por la revista Blood Advances, y liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar) y médicos del Hospital del Mar han establecido la utilidad de un modelo que abre la puerta a la personalización del tratamiento de pacientes con una enfermedad rara, el síndrome de Sézary. Se trata de una patología que no tiene ningún tratamiento curativo al presentar una gran heterogeneidad genómica. El modelo publicado en este trabajo permite encontrar la aproximación terapéutica más adecuada en cada caso de forma relativamente sencilla.
El trabajo es fruto del esfuerzo colaborativo del Grupo de investigación en Mecanismos Moleculares del Cáncer y de las Células Madre del IMIM-Hospital del Mar y del Servicio de Dermatología del Hospital del Mar, con investigadores del CIBER en Cáncer (CIBERONC). En primer lugar, se estableció un modelo in vitro con el cual se podía testar un amplio panel de tratamientos que ya se encuentran actualmente en la práctica clínica, para descubrir el más adecuado para cada paciente. Después se utilizó un modelo in vivo (xenoinjerto de células derivadas del paciente en ratón, PDX por sus siglas en inglés), para validar el potencial terapéutico de los resultados del primer test.
"Hemos puesto a punto un modelo viable y sencillo de hacer, que puede permitir personalizar el tratamiento para los pacientes de Síndrome de Sézary y, de esta manera, aumentar la posibilidad de respuesta al tratamiento seleccionado", apunta el Dr. Fernando Gallardo, uno de los autores principales del estudio y jefe de sección del Servicio de Dermatología. Para hacerlo, se seleccionaron muestras de ocho pacientes, que se sometieron a las pruebas con 26 posibles tratamientos. En general, la respuesta fue muy heterogénea, hecho que demuestra las ventajas de esta aproximación personalizada a la enfermedad.
Como explica el Dr. Lluís Espinosa, también autor principal del trabajo y coordinador del Grupo de investigación en Mecanismos Moleculares del Cáncer y de las Células Madre del IMIM-Hospital del Mar, "el siguiente paso será intentar correlacionar las alteraciones genéticas de las células de Sézary con su respuesta terapéutica". Los investigadores analizarán ahora este modelo desde el punto de vista genético, para identificar los elementos determinantes de la respuesta a terapias específicas en cada paciente.
Se trata de un subtipo de linfoma cutáneo de células T (que tiene una incidencia global de 1-3 casos nuevos por 100.000 habitantes/año) y uno de los más agresivos. Afecta sobre todo a personas a partir de los 50-60 años y, en estos momentos, no hay ningún tratamiento curativo efectivo. Dada la heterogeneidad genética de la enfermedad, la respuesta a los diferentes tratamientos es variable y se necesitan modelos que puedan predecir cuál es el tratamiento con más garantías de respuesta para cada enfermo, la cual cosa permitirá, por una parte, ofrecer un beneficio clínico al enfermo y una menor exposición a toxicidades por fármacos que en el fondo no funcionan en un enfermo en concreto, y, por otra parte, permitirá una mejor optimización de los recursos de que se dispone. El Síndrome de Sézary es un claro ejemplo de necesidad de medicina personalizada.
Fernando Gallardo, Evelyn Andrades, Arnau Iglesias, Jessica Gonzalez, Laura Solé, Yolanda Guillén, Gonzalo Blanco, Lluis Colomo, Eva Gimeno, David Conde-Estévez, Eva Rodriguez, Isabel Bielsa, Mar Iglesias, Beatriz Bellosillo, Ramon M Pujol, Jose R. Regueiro, Anna Bigas, Lluis Espinosa; Sézary syndrome patient-derived models allow drug selection for personalized therapy. Blood Adv 2022; bloodadvances.2021006860. doi: https://doi.org/10.1182/bloodadvances.2021006860