El número de personas con demencia podría triplicarse de aquí a 2050. Así lo asegura una investigación publicada en la revista científica The Lancet de Salud Pública en la que participan los investigadores del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) José Luis Ayuso, jefe de grupo de la Universidad Autónoma de Madrid, Rafael Tabarés, jefe de grupo en la Universidad de Valencia y Louis Jacob y Al Koyanagi, investigadores pertenecientes al grupo coordinado por Josep Maria Haro en el Hospital San Joan de Deu de Barcelona.
Se trata del primer estudio que proporciona una estimación para 204 países de todo el mundo. La previsión es que los adultos a partir de 40 años con demencia pasen de más de 57’4 millones de casos en 2019 a casi 153 in 2050.
A pesar de este incremento, la prevalencia por edades permanece estable en ambos sexos, aunque hay más mujeres con demencia y se prevé que la tendencia se mantenga en los próximos años. Se espera que los casos aumenten menos en la zona de Asia Pacífico y en Europa occidental, mientras que habrá más en el norte de África, Oriente Medio y África subsahariana, donde se espera que se produzca el mayor aumento de la prevalencia. Los autores del artículo achacan este incremento en el número de personas con demencia al envejecimiento y aumento de la población mundial.
Un aumento que en su opinión, subraya la necesidad de planes de salud pública y políticas para atender las necesidades de este colectivo. Por eso piden un esfuerzo a los países. “Afrontar la magnitud de este crecimiento es crucial para planificar y priorizar los recursos de salud pública”, aseguran, mientras crece la evidencia de que los factores de riesgo que llevan al deterioro son potencialmente modificables. Entre ellos, fumar, la obesidad o la diabetes y el bajo nivel educativo. El acceso a la educación podría reducir la prevalencia en más de 6·millones de casos para 2050.
Por eso piden un abordaje multidisciplinar, incluyendo intervenciones para afrontar los factores de riesgo, y que se invierta en investigar los mecanismos biológicos de la demencia. Un abordaje que será clave para afrontar el aumento de personas afectadas según los investigadores, entre los que figura el Profesor Ayuso Mateos, jefe del CIBERSAM, catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina y Director del Centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud para la Investigación y Docencia en Servicios de Salud Mental en la Universidad Autónoma de Madrid.
La demencia es la séptima causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre mayores en todo el mundo. Aunque principalmente afecta a personas de más edad, no se trata de una consecuencia inevitable del envejecimiento. Más del 40% de los casos podría evitarse o retardarse si se elimina la exposición a los 12 factores de riesgo conocidos hasta ahora: baja educación, alta presión sanguínea, discapacidad auditiva, el tabaco, la obesidad en la mediana edad, depresión, sedentarismo, diabetes, aislamiento, excesivo consumo de alcohol, enfermedades mentales o la contaminación del aire.
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