Hasta el momento, el estándar mundial para diferenciar el rechazo tras un trasplante cardíaco es la biopsia endocárdica, un método invasivo, en el cual los pacientes son sometidos en varias ocasiones durante el primer año. La biopsia que es analizada histológicamente tiene muchas limitaciones, muestra una gran variabilidad en su resultado, además de ser poco sensible e incapaz de detectar rechazo en ausencia de alteraciones histológicas.
Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, del grupo de Disfunción Miocárdica y Trasplante Cardiaco, que forman parte del grupo CIBER-Cardiovascular del Instituto de Salud Carlos III, han identificado 28 genes que se expresan diferencialmente en el suero de los pacientes con rechazo celular agudo, específicamente se han encontrado importantes alteraciones en el complejo MCU (mitochondrial calcium uniporter) Los resultados definitivos del estudio aparecerán publicados en el próximo número de “American Journal of Transplantation”.
El complejo MCU (mitocondrial calcium uniporter), consiste en una serie de proteínas que regulan los niveles de calcio en la mitocondria (orgánulo productor de energía, ATP). Así, cualquier alteración de este complejo altera el flujo de calcio, la síntesis de ATP, o el transporte de electrones en la mitocondria, etapas fundamentales para el mantenimiento energético de las células cardíacas. Estas alteraciones modifican el potencial de membrana, incluso la estructura del propio orgánulo, y su capacidad para generar energía en las células del corazón, esencial para su contracción. Estos cambios a nivel cardíaco además son reflejados en la sangre de estos pacientes.
El descubrimiento de los investigadores valencianos ha merecido la atención especial de la Sociedad Americana de Trasplantes que les ha dedicado un editorial, que aparecerá junto al artículo el próximo mes de febrero. Los Dres. Palak Shah (Inova Heart and Vascular Institute), Hannah A Valantine (Stanford University) y Sean Agbor-Enoh (Johns Hopking School of Medicine) de los EE. UU., autores del editorial, han destacado la importancia no solo de identificar el complejo MCU como biomarcador diagnóstico de rechazo celular en el trasplante cardiaco, sino también como una de las bases moleculares del rechazo celular. El editorial anima a seguir investigando en esta nueva área para comprender los mecanismos del proceso de rechazo, y para ofrecer nuevas terapias que mantengan la salud del injerto después del trasplante.