Investigadores del grupo Hepatopatías víricas, tóxicas y metabólicas del IDIBAPS y del CIBEREHD, en colaboración con el Laboratorio de Biología y Biofísica Teórica de Los Álamos y la Universidad de Loyola (EE. UU.), han descubierto que el hígado, y en concreto los hepatocitos, juegan un papel clave en la eliminación del virus de la hepatitis C (VHC) presente en la sangre después de un trasplante. El estudio, publicado en la revista eLife, analiza la cinética de infección, es decir los cambios en la concentración del virus, desde el inicio de la operación, hasta la restauración del flujo sanguíneo en el órgano implantado.
El análisis detallado de las concentraciones del ARN del VHC durante las diferentes fases constata que durante la ausencia de hígado, o fase anhepática, los cambios son mínimos. Sin embargo, inmediatamente después de la colocación del injerto se produce una reducción del ARN del VHC, que tiene lugar en dos etapas. La primera es muy intensa y corta, ya que dura solo 14 minutos, y se relacionaría con la unión masiva del virus con sus receptores de entrada a los hepatocitos. La segunda fase de bajada se explicaría por la entrada progresiva de los viriones en los hepatocitos hasta llegar a la estabilidad. Es decir, cuando el nuevo hígado comience a producir viriones.
Los autores también comprobaron si estos hallazgos se reproducían in vitro. A tal efecto, estudiaron la cinética de eliminación del virus en cultivo en ausencia o presencia de células de cáncer de hígado infectadas crónicamente con VHC, pero tratadas con fármacos antivirus para evitar que la síntesis y secreción de nuevos viriones interfirieran en las medidas de la cinética. Según los resultados, en los cultivos con células de hepatoma infectadas la vida media del virus se reducía de forma drástica, en comparación con dónde no existían células. Para los investigadores, esto evidencia que las células del hígado juegan un papel importante en la eliminación del patógeno.
Aunque actualmente la hepatitis C es una enfermedad que puede curarse fácilmente con antivirales de acción directa, este trabajo puede facilitar el estudio de la infección hepática por otros virus, que causen hepatitis u otras afecciones del hígado, con el fin de desarrollar nuevos tratamientos. “De hecho, este modelo, en una fase más inicial, ya se utilizó para diseñar el esquema terapéutico de pacientes receptores de un trasplante de hígado cuando aparecieron los primeros antivirales orales”, comenta Xavier Forns, jefe del grupo de IDIBAPS y el CIBEREHD. Forns firma el artículo junto a los miembros de su equipo, Miquel Navasa, co-primer autor, Gonzalo Crespo y Sofía Pérez del Pulgar.
Referencia del artículo
Navasa, et al. eLife 2021;10:e65297. DOI: https:// doi. org/ 10. 7554/ eLife. 65297 1 of 16