La célula endotelial hepática (LSEC) es la primera célula afectada ante cualquier daño hepático y coordina la respuesta del resto de células del hígado. La perdida de su fenotipo es lo que se conoce como disfunción endotelial y juega un papel esencial en el inicio y la progresión del daño hepático y la fibrosis. Un nuevo estudio coordinado por Virginia Hernández Gea, investigadora del CIBEREHD en el Hospital Clínic -grupo Juan Carlos García-Pagán- , demuestra que la autofagia regula la disfunción endotelial y es esencial para una respuesta eficiente frente al estrés celular.
"Analizando LSEC aisladas de rata observamos como la autofagia mantiene la homeostasis de las LSEC y que se incrementa rápidamente durante la disfunción endotelial in vitro e in vivo. Mediante la generación de un modelo de ratón transgénico, con inhibición selectiva del gen la autofagia Atg7 en LSEC (Atg7-VE-Cadherin-Cre), demostramos que la pérdida de autofagia endotelial agrava la disfunción endotelial ante un daño hepático agudo y empeora la fibrosis hepática", asegura la Dra. Hernández Gea.
"Todo ello es debido, al menos en parte -prosigue la coordinadora del estudio- a una menor biodisponibilidad de oxido nítrico y una respuesta antioxidante ineficiente de las LSEC carentes autofagia. Nuestros datos identifican a la autofagia como una vía reguladora del fenotipo endotelial que protege frente al estrés oxidativo durante la fase temprana de la fibrosis. La potenciación selectiva de la autofagia en las LSEC durante los estados iniciales del daño hepático es una diana terapéutica atractiva que podría modificar el curso natural y la progresión de la fibrosis hepática"
El estudio ha sido publicado en Journal of Hepatology y también han participado del CIBEREHD liderados por Juan Carlos García-Pagán, Jaume Bosch, Genís Campreciós.
Referencia del estudio